El desarrollo de innovaciones de tecnología rural y la elaboración de prototipos exige una evaluación práctica y funcional tanto en laboratorio como en campo, esto asegura que el dispositivo es útil, apropiado y eficiente. Mediante pruebas tempranas de campo con el apoyo de usuarios y usuarias potenciales de la tecnología, podemos recibir retroalimentación de primera mano sobre el funcionamiento de las ecotecnologías y las percepciones de los usuarios, de tal forma que el ciclo de diseño se acorta al tener de manera cercana y oportuna información para el rediseño y la mejora continua.